En China, la Iglesia de Roma vuelve a estar en jaque. Y, sin embargo, alaba a quien la humilla

Sobre China, el papa León ha dicho que no tie­ne pri­sa. A cor­to pla­zo, pre­ci­só, se aten­drá al acuer­do secre­to entre Roma y Pekín vigen­te desde 2018, mien­tras que a lar­go pla­zo deci­di­rá después de escu­char a todos, inclui­dos esos "cató­li­cos chi­nos que duran­te muchos años han vivi­do una espe­cie de opre­sión o difi­cul­tad para vivir su fe libre­men­te y sin tomar par­ti­do".

Mientras tan­to, sin embar­go, el régi­men de Pekín arre­cia, humil­lan­do a la Iglesia. Y Roma lo sopor­ta. Incluso rin­dien­do plei­te­sía a los per­se­gui­do­res con decla­ra­cio­nes desme­su­ra­das.

Es lo que ocur­rió con el últi­mo nom­bra­mien­to de un obi­spo chi­no, hecho públi­co el 5 de diciem­bre. Que es un cal­co del penúl­ti­mo, el que fue titu­lar en Settimo Cielo : "Primera bofe­ta­da de China al papa León. Que la sufre en silen­cio".

Esta segun­da bofe­ta­da tam­bién tuvo su géne­sis en el inter­re­gno entre la muer­te del papa Francisco y la elec­ción de León, cuan­do, a fina­les de abril, se fil­tró la noti­cia de que las auto­ri­da­des chi­nas habían hecho "ele­gir" por asam­bleas a su ser­vi­cio a dos obi­spos para dos car­gos de rele­van­cia.

Según el acuer­do, habría cor­re­spon­di­do al nue­vo Papa dar cur­so o no a estos nom­bra­mien­tos. Y efec­ti­va­men­te, el 15 de octu­bre, un comu­ni­ca­do de la Santa Sede dio noti­cia de que el pri­me­ro de los dos había sido acep­ta­do. Y se refe­ría al nue­vo auxi­liar de Shanghai, Ignatius Wu Jianlin, en una dió­ce­sis que, sin embar­go, ya con­ta­ba con dos auxi­lia­res, pero odia­dos por el régi­men y por ello dura­men­te casti­ga­dos : el pri­me­ro, Joseph Xing Wenzi, obli­ga­do desde hace tiem­po a reti­rar­se, y el segun­do, Thaddeus Ma Daqin, desde hace tre­ce años bajo arre­sto inin­ter­rum­pi­do.

En cuan­to al segun­do nom­bra­mien­to, el silen­cio se rom­pió pre­ci­sa­men­te el 5 de diciem­bre. Con la acla­ra­ción, en el comu­ni­ca­do vati­ca­no, de que León le había dado cur­so el 11 de ago­sto, es decir, el mismo día en que tam­bién había fir­ma­do el nom­bra­mien­to del nue­vo auxi­liar de Shanghai.

Al mismo tiem­po, como siem­pre, la agen­cia ofi­cial de la Iglesia chi­na some­ti­da al régi­men tam­bién emi­tió su comu­ni­ca­do : sin men­cio­nar siquie­ra al papa León, a quien úni­ca­men­te le cor­re­spon­de­ría cada nom­bra­mien­to, y retro­trayen­do al fatí­di­co 30 de abril, antes del cón­cla­ve, la "elec­ción" del nue­vo obi­spo.

Este se lla­ma Francis Li Jianlin, tie­ne 51 años, fue orde­na­do el 5 de diciem­bre (ver foto) por el obi­spo de Pekín, Joseph Li Shan —quien tam­bién es pre­si­den­te de la aso­cia­ción patrió­ti­ca cató­li­ca chi­na y vice­pre­si­den­te de la con­fe­ren­cia epi­sco­pal chi­na no reco­no­ci­da por Roma— y por otros obi­spos afi­nes al régi­men, y aho­ra gobier­na la dió­ce­sis (o más pro­pia­men­te, la pre­fec­tu­ra apo­stó­li­ca) de Xinxiang. Donde, a decir ver­dad, ya había un obi­spo desde 1992, lla­ma­do Joseph Zhang Weizhu, de 67 años que, sin embar­go, era uno de los apro­xi­ma­da­men­te vein­te, de un total de un cen­te­nar, no reco­no­ci­dos ofi­cial­men­te por las auto­ri­da­des de Pekín por no some­ter­se a sus impo­si­cio­nes.

Pero en el comu­ni­ca­do vati­ca­no del 5 de diciem­bre se daba por resuel­to el asun­to pre­ci­san­do que el papa tam­bién había "acep­ta­do la renun­cia al gobier­no pasto­ral pre­sen­ta­da" por Zhang.

Y el 6 de diciem­bre, una decla­ra­ción del direc­tor de la sala de pren­sa vati­ca­na infor­ma­ba "con sati­sfac­ción" de que el obi­spo depue­sto había sido "reco­no­ci­do civil­men­te".

Con esta redun­dan­te nota adi­cio­nal : "Esta dispo­si­ción es fru­to del diá­lo­go entre la Santa Sede y las auto­ri­da­des chi­nas y con­sti­tuye un nue­vo e impor­tan­te paso en el cami­no de comu­nión de la cir­cun­scri­p­ción ecle­siá­sti­ca".

Sin embar­go, si se lee el comu­ni­ca­do chi­no para­le­lo, se descu­bre que en la casi secre­ta cere­mo­nia de su "jubi­la­ción" —así lla­ma­da, sin nin­gu­na men­ción explí­ci­ta al reco­no­ci­mien­to ofi­cial— Zhang tam­bién "pro­nun­ció un discur­so para expre­sar la nece­si­dad de adhe­rir­se al patrio­ti­smo y al amor por la reli­gión, de ate­ner­se al prin­ci­pio de igle­sias inde­pen­dien­tes y auto­ge­stio­na­das, de seguir la orien­ta­ción de la sini­za­ción del cato­li­ci­smo en el país y de con­tri­buir a la con­struc­ción inte­gral de un país socia­li­sta moder­no y a la pro­mo­ción inte­gral de la gran revi­ta­li­za­ción de la nación chi­na".

Un auto de fe, idén­ti­co al que, el pasa­do mes de junio, se puso en boca de otro obi­spo tam­bién for­za­da­men­te "jubi­la­do", Augustine Cui Tai de la supri­mi­da dió­ce­sis de Xuanhua, a pesar de lo inve­ro­sí­mil de este acto de sumi­sión por par­te de dos obi­spos que siem­pre han dado testi­mo­nio heroi­co de su fe, a costa de con­ti­nuos arre­stos y per­se­cu­cio­nes.

Y esto hasta el final. Basta decir que el obi­spo depue­sto no pudo par­ti­ci­par en la orde­na­ción de su suce­sor y ni siquie­ra pue­de reu­nir­se con sus fami­lia­res.

De signo com­ple­ta­men­te dife­ren­te son, en cam­bio, los ante­ce­den­tes del nue­vo obi­spo de Xinxiang. El 8 de abril de 2018, en el car­go que ocu­pa­ba enton­ces como secre­ta­rio de la Comisión de asun­tos de la Iglesia de la pro­vin­cia de Henan, fir­mó una orde­nan­za que pro­hi­bía a todos los niños y jóve­nes meno­res de 18 años entrar en la igle­sia para asi­stir a misa y pro­hi­bía a los sacer­do­tes orga­ni­zar cual­quier acti­vi­dad de for­ma­ción reli­gio­sa para niños y jóve­nes, so pena de arre­sto y cier­re de la igle­sia.

No sor­pren­de, por lo tan­to, que al reco­ger la con­mo­ve­do­ra refle­xión de un sacer­do­te "clan­de­sti­no" de la dió­ce­sis de Xinxiang, la agen­cia "Asia News" del Pontificio Instituto de Misiones Extranjeras, publi­ca­da y leí­da tam­bién en len­gua chi­na, escri­ba que el nom­bra­mien­to del nue­vo obi­spo y la remo­ción del pre­de­ce­sor "abren nue­vas heri­das en lugar de curar­las".

El tex­to com­ple­to de la refle­xión – que muchos espe­ran lle­gue al Papa – está en este repor­ta­je de "Asia News" del 6 de diciem­bre :

> Xinxiang : el obi­spo Zhang y los demás cató­li­cos redu­ci­dos al silen­cio

Y a con­ti­nua­ción se repro­du­ce un extrac­to del mismo.

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Como cordero llevado al matadero

(de un sacer­do­te de la comu­ni­dad clan­de­sti­na chi­na)

Sea cual sea la ver­sión ofi­cial, hay un hecho que no se pue­de bor­rar : antes de esta orde­na­ción, la pre­fec­tu­ra apo­stó­li­ca de Xinxiang tenía un obi­spo legí­ti­mo nom­bra­do por la Santa Sede : Mons. Zhang Weizhu.

Tras años de vigi­lan­cia, restric­cio­nes y aisla­mien­to, sin que­jar­se nun­ca públi­ca­men­te, final­men­te se le indu­jo a pre­sen­tar su renun­cia. Y pre­ci­sa­men­te el día en que se orde­na a un nue­vo obi­spo, él, el pastor de la dió­ce­sis, ni siquie­ra pue­de cru­zar la puer­ta de la igle­sia. Ha sido exclui­do de for­ma total, silen­cio­sa, casi qui­rúr­gi­ca, como una som­bra que se quie­re bor­rar del tiem­po.

Pero ni la histo­ria ni la memo­ria de la Iglesia lo olvi­da­rán. Realmente pare­ce “el cor­de­ro lle­va­do al mata­de­ro”, silen­cio­so, man­so, obe­dien­te bajo la cruz. Si en todo esto hay una vic­to­ria mun­da­na, la vic­to­ria del Reino per­te­ne­ce, en cam­bio, al testi­mo­nio de mon­señor Zhang.

No es la pri­me­ra vez, ni será la últi­ma, que la Iglesia, den­tro de un siste­ma de fuer­te con­trol, se ve obli­ga­da al silen­cio, a la humil­la­ción, al sufri­mien­to.

Sin embar­go, segui­mos creyen­do que la Iglesia no se sostie­ne con el poder, sino con la fe ; un obi­spo no lo es por volun­tad huma­na, sino por don del Espíritu ; la ver­da­de­ra histo­ria no está escri­ta en los comu­ni­ca­dos, sino en el testi­mo­nio ; los olvi­da­dos, los exclui­dos, los silen­cia­dos son a menu­do los signos más pro­fun­dos de Dios en la histo­ria.

Hoy Xinxiang pare­ce abrir un nue­vo capí­tu­lo, pero muchas heri­das siguen abier­tas y muchas pre­gun­tas sin respue­sta. Quizás el úni­co cami­no sea este : ir hacia la cruz, hacia la ver­dad, hacia Aquel que ve lo que los hom­bres igno­ran y nun­ca bor­ra a nadie de su cora­zón.

Lo que vive Xinxiang no es solo una cue­stión reli­gio­sa o polí­ti­ca, sino una mani­fe­sta­ción de las ten­sio­nes y prue­bas de nue­stro tiem­po. Sin embar­go, cree­mos que Dios actúa en los silen­cios de la histo­ria, se mani­fie­sta en los olvi­da­dos, plan­ta semil­las de resur­rec­ción pre­ci­sa­men­te en las zonas más oscu­ras.

Que el nue­vo obi­spo sea el guar­dián de estas semil­las. Que la cruz de Mons. Zhang se con­vier­ta en luz para la pre­fec­tu­ra. Que todos los que han sido exclui­dos, silen­cia­dos, olvi­da­dos sepan que para Dios nadie es un “vacío”.

No sabe­mos lo que nos depa­ra el futu­ro, pero sabe­mos una cosa : Dios no aban­do­na­rá a su Iglesia.

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POST SCRIPTUM – Mientras tan­to, la Santa Sede con­ti­núa con su silen­cio total sobre Jimmy Lai, cató­li­co y heroi­co testi­go de la fe, con­de­na­do en Hong Kong el 15 de diciem­bre por deli­tos casti­ga­dos con cade­na per­pe­tua.

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Sandro Magister ha sido fir­ma histó­ri­ca, como vati­ca­ni­sta, del sema­na­rio "L'Espresso".
Los últi­mos artí­cu­los en español de su blog Settimo Cielo están enesta pági­na.
Todos los artí­cu­los de su blog Settimo Cielo están dispo­ni­bles en españoldesde 2017 hasta hoy.
También el índi­ce com­ple­to de todos los artí­cu­los en español,desde 2006 a 2016.

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